18 trucos de los supermercados para que compres más


Los supermercados necesitan vender para competir. Para ello, estudian con detenimiento los hábitos de sus clientes en cuanto a consumo se refiere. Un ejemplo claro de esto es la organización de los productos y porqué están colocados en un sitio u otro.

Los congelados suelen estar al final de los comercios. ¿Por qué? Para que la gente tenga que recorrer toda la superficie y compre más de lo que en un principio tenía previsto.




Otro ejemplo son las gominolas o snacks, que siempre están en la línea de caja. ¿Cuántas veces hemos comprado alguna chuchería para tenerla en casa cuando nos apetece, solo por impulso? O más aún, hemos satisfecho a nuestro sobrino o hijo con una golosina que se le antoja en el último momento.

Como decíamos, todo está estudiado. Para saber más y poder resistirte a la vorágine consumista que nos envuelve, te mostramos los 18 trucos que deberás evitar si no quieres comprar cosas innecesarias o quedarte con lo justo en la cartera.

Colores como llamada de atención

El rojo es un tono muy llamativo que resalta a la vista. Los supermercados lo usan para destacar ofertas, pero a veces lo hacen de forma masiva con el objetivo de que simplemente te fijes en el producto. Una vez que llaman tu atención, aunque no esté en promoción, te resultará más complicado no adquirirlo. Esto es la teoría del color, aplicado a la venta.

Mientras más espacio tienes, más compras

Antiguamente, las cestas y carritos tenían un tamaño más reducido. Hoy en día, han desaparecido prácticamente dando lugar a otros de un tamaño importante. Esto hace que, al verlo vacío, tengamos la sensación de que necesitamos más.




La técnica visual

Cuando entras en un supermercado, lo primero que ves son las frutas y las verduras. Siendo lo más fresco, lo ideal sería adquirirlo al final de tu compra, pero la idea es que percibas un ambiente saludable que te incite a comprar, aunque no lo necesites.

Siempre fresco

Por muchos es sabido que los supermercados tienen sus trucos para que los productos parezcan recién llegados de la huerta. Un poco de cera para darle brillo, o unas gotas de agua para aportar frescor, y las manzanas se acabarán en apenas unas horas.

El olfato potencia el consumo

Si hueles a comida recién hecha, te entrará hambre. Esto interesa a los supermercados, que colocan sus panaderías y secciones de platos preparados en puntos estratégicos, que no puedes evitar, para potenciar que necesites consumir, sea la hora que sea. A esto se suman las cafeterías, que cada vez están implementando más, para que puedas tomar un aperitivo, mientras esperas a que tu familiar termine de hacer la compra, o para que tomes algo cuando hayas terminado de comprar. Todo marketing.

Lo que más necesitas, siempre estará lejos

Ya lo decíamos en la introducción. Los congelados, la leche o los huevos estarán casi siempre al final para que tengas que recorrer toda la tienda, parándote a ver cosas que no necesitan y, posiblemente, comprándolas.




El camino de baldosas amarillas

Es algo en lo que quizás nunca te has fijado. Pero el suelo de los supermercados suele tener baldosas muy pequeñas. ¿Esto por qué? Te preguntarás. Pues bien, simplemente para desacelerar tu marcha para que prestes más atención a lo que te ofrecen. Es una técnica que tiene un efecto inmediato en el cerebro. Cuando pasas sobre las separaciones entre loseta y loseta, el carrito o la cesta suenan para hacerte creer que vas demasiado rápido.

Pura psicología

La mayor parte de las personas son diestras, y tienden a coger las cosas de los expositores con la mano derecha. ¿Cómo aprovechan esto los supermercados? Colocando los productos de mayor precio en ese lugar, para que la gente se fije en ellos antes que en los de la izquierda.

Si no lo ves, no lo compras

La técnica anterior se combina con la de colocar los productos a la altura de los ojos, para que a simple vista sean perceptibles por el cliente. Si lo ponen en las baldas de abajo, probablemente no hagas el esfuerzo de agacharte a cogerlos, sobre todo si eres una persona de edad avanzada.

Los clientes preferidos: los niños




Siguiendo la idea anterior, los productos que más llaman la atención a los pequeños de la casa están a una altura mucho más reducida, para que puedan verlos sin problemas. Las bolsas de colores, los dibujos y regalos incentivan que sus estructuras mentales los perciban con pasmosa facilidad, y quieran adquirirlos de forma impulsiva.

Las ‘promociones’

El final de los pasillos y las cabeceras son lugares estratégicos. Sacan ventaja del poco tiempo del que mucha gente dispone para comprar, colocando ahí productos que podrías encontrar mucho más baratos, vendiéndolos en forma de promoción, cuando realmente no lo son.

Las combinaciones poco económicas

Los supermercados colocan productos aparentemente complementarios cerca para que no puedas llevarte el uno sin el otro. Esta sensación de ‘pack’ es muy frecuente en la zona de los snacks, donde simpre sitúan una salsa con la que combinaría genial, por ejemplo. Normalmente, estos productos tienen un precio más alto que aquellos que podrás encontrar en la sección dedicada en exclusiva a ese producto.

Lo cuidado es más atractivo

Los productos destacados los colocan en stands distintos, con una iluminación determinada, o colores más apagados que los llamativos que anteceden a las supuestas ofertas. Esto potencia que experimentes un sentimiento positivo a la hora de comprarlos, como una sensación de diferencia con respecto al resto de productos ‘normales’.

Si no ves la luz, no sabes qué hora es

Normalmente los supermercados no tienen ventanas para que no controles el tiempo que gastas comprando.




Colores pastel, que relajan

Asimismo, las paredes son de tonos cálidos para hacer que el cliente se sienta a gusto y pase más tiempo consumiendo.

Comprando al ritmo del beat

La música suave y pausada envía al cerebro un mensaje de paz, tranquilidad y bienestar. Del mismo modo, el uso de canciones extranjeras, potencia la venta de productos del exterior.

El dulce nos pierde a todos

Ya lo avanzábamos en la introducción. A pesar de que hay un pasillo específico para ellos, siempre habrá chocolatinas, snacks o golosinas en la línea de caja, esperando a que los consumas. Porque sí, siempre lo haces.




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