Ayuda a tus hijos a manejar el confinamiento


Si el confinamiento y la permanencia durante horas en un lugar cerrado puede ser una tarea difícil para cualquiera, también  puede serlo para los niños. Te damos las claves para ayudarles a sobrellevarlo de la mejor manera.

La crisis sanitaria que estamos viviendo ha desencadenado una serie de situaciones nunca vistas. La incertidumbre y el descontrol que generan la propagación del coronavirus y el confinamiento afecta también a los más pequeños de la casa. La reacción más habitual suele ser la de protegerles aislándoles de la realidad, pero no es lo más acertado.




Información y herramientas: lo mejor para proteger a los niños

A menudo se tiende a pensar que los niños no son del todo conscientes de lo que ocurre a su alrededor, especialmente si son pequeños. Pensamos que no entienden de qué hablan los adultos precisamente porque son pequeños y tienen menos conocimiento y habilidades para procesar lo que sucede a su alrededor, pero lejos de “no enterarse de nada”, los niños perciben claramente cuándo está ocurriendo algo a su alrededor, bueno o malo, en las rutinas que cambian, a través del estado de ánimo de sus padres, en su relación o la que tengan con ellos.

Si en estas circunstancias se deja al niño al margen, la consecuencia puede ser que pierda su sensación de seguridad y estabilidad, pues son su entorno inmediato y sus rutinas diarias los principales referentes que se lo proporcionan. Por ello, la mejor manera de protegerles es dándoles información y enseñándoles cómo gestionar la situación. Además, también les empoderas al enseñarles cómo hacer frente a situaciones difíciles en el futuro.

Tres claves para responder a sus necesidades

Proporcionar a tus hijos una información veraz, darles explicaciones y contarles cómo deben actuar para protegerse de los contagios y respetar su tiempo son claves para ayudarles a gestionar bien la situación.




Información fiable y veraz para aportar seguridad, certidumbre y control

  • Pueden tener ideas equivocadas o exageradas sobre el coronavirus: pregúntales qué saben acerca de él, del confinamiento o de sus motivos, por qué no van al cole, etc. Del mismo modo, pueden temer por sus seres queridos o las consecuencias del confinamiento.
  • Confronta esas ideas con información fiable y veraz obtenida en medios oficiales como el Ministerio de Sanidad o la OMS, pero adaptada a su edad y capacidad de comprensión. Es interesante que, dentro de los límites que como padres queráis manejar, los niños tengan referentes y sepan qué es el coronavirus, sus vías de transmisión, cómo se ha llegado a la situación actual, por qué es importante el confinamiento, pero también otros datos como los índices de curación o la gran cantidad de profesionales sanitarios que están trabajando para atajar la pandemia. Transmite esta información de forma sencilla, escueta y nada alarmista.
  • No bloquees sus emociones, facilita su expresión y normalízalas. Ayúdales a desconectar, y también a contextualizar lo que están sintiendo; si un adulto puede estar sintiendo ansiedad o angustia por el coronavirus, un niño también. Facilita el contacto con otros familiares y amigos a través de las redes sociales, así como un espacio frecuente en el que poder exponer sus dudas o preocupaciones.

Enséñales a protegerse tomando las medidas higiénicas adecuadas

  • Enséñales cuáles son las medidas higiénicas preventivas. Los niños cuentan con menos herramientas, o pueden ser más impulsivos o descuidados, por ello, haz de las rutinas de higiene un momento especial o divertido: haciéndoles sentir importantes al ayudar o colaborar en el control de la propagación del virus o inventándote juegos o retos.
  • Infórmales de los síntomas del virus. De esta forma podrán comunicarlo si notan cualquiera de ellos. Para ello, es importante que cuenten con un espacio de seguridad en el que sientan que no se les va a castigar si se encuentran mal y que pueden comunicárselo a los adultos.

Marca unas rutinas, pero también dales tiempo para ser niños

  • El confinamiento en casa ha provocado que nuestra estructura y rutinas habituales se desvanezcan. En la medida de lo posible, mantén la estructura diaria adaptando rutinas que permitan compaginar el trabajo de los mayores con el día a día de los niños. Es recomendable mantener un horario regular de sueño, levantando y acostando a los niños a las mismas horas y lo más cercanas a las habituales; mantener una higiene diaria corporal y bucal; cambiándoles de ropa todos los días y evitando estar todo el día en pijama, sino con ropa cómoda de calle; mantener una alimentación sana y variada, evita los azúcares, comidas precocinadas, etc.; evita el sedentarismo incluyendo rutinas de ejercicio adaptadas a su edad, puede ser un momento para toda la familia y aprovecharlo así los adultos también.
  • Tanto si desde el colegio se están facilitando tareas o clases como si no, es importante que haya unas horas al día para el estudio. Busca actividades formativas, aunque lúdicas, adaptadas a su edad; puedes preguntar en el colegio.
  • El tiempo de juego puede ser online, aunque limitando el tiempo de pantallas: televisión, videojuegos o móviles, y aprovechándolo para conectar con amigos o familiares para hacer juegos en comunidad, como aprender a hacer manualidades, por ejemplo, y también juegos offline, que no incluyan pantallas.




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