Cazalla de la Sierra. El retiro del rey. Sevilla


Cazalla de la Sierra es un pueblo con una amplia historia, ya que en ella se encuentran restos que atestiguan que esta región estuvo poblada desde el Neolítico, y en 1730 Felipe III instaló su residencia de verano en este pueblo. Ese mismo año se celebraron cortes allí, por lo que fue, de hecho, y brevemente, la capital del reino.

Bellí­sima población situada al norte de la provincia, su término municipal está incluido en el Parque Natural de la Sierra Norte, zona de media montaña con amplias dehesas que alternan con bosques de encinas , alcornoques, quejigos, castaños, pinos y olmos; además de los bosques galerí­a de los rí­os. Todo ello le proporciona unas condiciones ideales para la fauna de especies como la nutria, el gato montés, el jabalí­, el ciervo, el gamo o el muflón. Son también unas condiciones ideales para la ganaderí­a.

A la belleza de su entorno hay que añadir monumentos como el Monasterio de la Cartuja de la Inmaculada Concepción, la parroquia de Nuestra Señora de la Consolación, la antigua Iglesia de S. Benito, el ex-convento de S. Francisco, el ex-convento de Santa Clara, la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen, el ex-convento de S. Agustí­n, el Santuario de Ntra. Sra. del Monte y algunos edificios civiles.

El rey Felipe V instaló aquí­ su residencia de verano y la de su corte, en el año 1730 entre los meses de junio y agosto. Un pueblo hermoso para visitar y disfrutar.

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