Perteneciente al distrito de Nervión, delimitada por el Casco Antiguo y el barrio de San Bernardo, la Avenida de la Buhaira acoge algunos de los templos gastronómicos de la ciudad de Sevilla. Pasear por sus calles nos recuerda las tardes de gloria de La Monumental, mientras sus jardines nos retrotráen a la época del califato por sus restos almohades y su embrujo andaluz.

También hay cabida en este curioso barrio, conocido antiguamente como ‘Bocado del Farón’, para la particular arquitectura del maestro Aníbal González y, por supuesto, para deleitar nuestro paladar con sabores que nos harán soñar. No te pierdas esta ruta gastronómica por uno de los lugares de Sevilla preferidos por los amantes del buen comer.

La Andaluza. Con unos precios bastante económicos, este bar es, sin duda, la mejor opción para disfrutar del típico tapeo andaluz. Su carta es bastante variada y especifica los alérgenos de cada plato para las personas con intolerancias alimentarias. El lugar es muy agradable y cuenta con una terraza ideal para disfrutarla con amigos. El trato del personal es excelente.

Boga Gourmet. La diversión y el buen comer están asegurados en el número 13 de la Avenida de La Buhaira. Una carta renovada cada dos semanas con productos de calidad y la proactividad del cliente son los principales encantos del lugar. La música en directo se fusiona a las mil maravillas con platos gourmet que hacen las delicias de asiduos y noveles. La experiencia se torna inolvidable con una terraza para disfrutar de distendidas sobremesas al abrigo del buen tiempo.

D’culto. La Antigua Espumosa luce nombre distinto, pero el mismo mimo en sus elaboraciones y trato al público. Elegante y sofisticado, sus pescados y mariscos son una de sus especialidades más demandadas. Los carnívoros también podrán disfrutar de su exquisito solomillo, sin olvidar el jamón que hace las delicias de los paladares más refinados.

Zarandaja. Peculiar en su nombre, este local hace las delicias del amante del buen comer. Los clientes no dudan en señalar que su relación calidad precio es espectacular y el trato por parte del personal, destacado. Cuenta con una espléndida terraza que hace muy agradable una estancia soñada en un local con una presentación culinaria espectacular. No puedes perderte las croquetas; repetirás.

Depikofino. El mejor ejemplo de las 3 ‘b’; bueno, bonito y barato. La innovación culinaria se fusiona con los productos y sabores tradicionales para hacer las delicias de los comensales. Sus platos, con una presentación excelente y muy apetecible, se caracterizan por ser diferentes, y eso es lo que principalmente llama la atención de los clientes. Fuera de carta ofrecen un menú diario a precio asequible que se ajusta a todos los bolsillos.

La Huerta de La Buhaira. Este kiosco natural, rodeado de vegetación, deleita al barrio sevillano de La Buhaira con su exquisita cocina tradicional con ingredientes de calidad. El resto del mundo se para cuando disfrutamos de una buena sobremesa rodeados de amigos o familia en este entorno de ensueño donde poder desconectar. La carta se actualiza dos veces al año para adaptarse a los productos de temporada.

Lateral. Este afamado restaurante, que tanto triunfa en Madrid, ha llegado al barrio de La Buhaira para seguir cosechando triunfos. Hablamos de un modelo de local que triunfa entre los jóvenes de 20 y 30 años principalmente, por su creativa oferta gastronómica. Sus estancias recrean un patio andaluz y la elegancia de los salones tradicionales sevillanos. Es por eso que los clásicos no fallan; pero las croquetas o el salmorejo tienen un toque distinto en Lateral. Los precios son bastante asequibles y cuenta con un apartado de cócteles que harán muy divertida la sobremesa.

Batato. Hablamos de un bar muy andaluz que tiene como seña de identidad las tradiciones del sur. La comida de toda la vida basada en guisos, marisco y pescado combina a la perfección con el fervor por la Virgen del Rocío y el costumbrismo que caracteriza a Andalucía. Aunque reducido en cuanto a espacio, este local hace sentir al comensal como en casa y le retrotrae a los días de camino en carriola y a la sombra de los pinos.

La Monumental. Taurino y elegante, debe su nombre a la antigua plaza de toros que se encontraba en Sevilla en el siglo XX. En su interior no falta detalle que recuerde a las tardes de faena y nervios en el tendido. La conseguida tematización combina a las mil maravillas con un cartel gastrónimo de lujo con elaboraciones propias y tradicionales.

Raíces. La gastronomía internacional también tiene su lugar en el barrio de La Buhaira. La cocina peruana y la japonesa deleitan al comensal por sus tintes de innovación y una mezcla de sabores que hace las delicias del paladar más refinado. La divertida y diferente carta se basa en el arte de la tapa, tan apreciado en la ciudad. Además incluye una oferta cócteles que se sirven en la barra, uno de los puntos álgidos del local.

Por su calidad y tradición en el barrio de La Buhaira no podemos pasar por alto destacar la conocida Espumosa,

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