La Junta advierte de que no se puede ofrecer la carta solo con códigos QR


La Junta de Andalucía ha alertado de que algunos establecimientos de hostelería están incumpliendo la normativa vigente al ofrecer la información de la carta únicamente a través de códigos QR, sin disponer de cartas físicas o murales en castellano. Esta práctica supone una vulneración del derecho de los consumidores a acceder a la información de forma clara, veraz y comprensible, y puede acarrear sanciones administrativas.

Según ha informado la Consejería de Salud y Familias, la Junta ha recibido varias denuncias de usuarios que se han encontrado con esta situación al acudir a bares y restaurantes. Ante ello, la Administración ha recordado que el uso de los códigos QR debe ser considerado como un sistema complementario, y no sustitutivo, de las cartas de comidas y bebidas o listas de precios, que deben estar disponibles en formato físico y en castellano, idioma oficial de la comunidad autónoma.

Asimismo, la Junta ha indicado que los establecimientos deben cumplir con las medidas de higiene y seguridad establecidas para prevenir el contagio de la covid-19, entre las que se incluye la limpieza y desinfección de las cartas y menús después de cada uso, o la sustitución de estos por otros de un solo uso o por medios digitales. No obstante, estos medios digitales no pueden excluir la opción de consultar la información en formato físico y en castellano, ya que no todas las personas cuentan con un teléfono inteligente o dispositivo que pueda leer los códigos QR.

La Junta ha advertido de que realizará inspecciones para comprobar el cumplimiento de la normativa, y que sancionará a aquellos establecimientos que incurran en prácticas ilegales que puedan perjudicar los derechos e intereses de los consumidores. Así, ha instado a los usuarios a denunciar cualquier irregularidad que detecten, y a solicitar la hoja de reclamaciones en caso de que no se les facilite la información de la carta en castellano y en formato físico.

En los últimos tiempos, hemos visto cómo algunos establecimientos de hostelería han sustituido sus cartas tradicionales por códigos QR que los clientes deben escanear con sus teléfonos móviles para acceder a la oferta gastronómica. Esta medida, que se presenta como una forma de adaptarse a la modernidad y de aprovechar las ventajas de la tecnología, puede tener también algunos inconvenientes que conviene analizar desde el punto de vista de los derechos de los consumidores y de la accesibilidad e igualdad de oportunidades para todos.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que no todos los clientes disponen de un teléfono móvil con conexión a internet o con la capacidad de leer códigos QR, lo que puede suponer una barrera para acceder a la información sobre los precios y las características de los platos. Además, hay que tener en cuenta que algunos clientes pueden tener dificultades para leer la carta en una pantalla pequeña o con una iluminación deficiente, lo que puede afectar a su comodidad y a su capacidad de elección. Por otro lado, hay que considerar que algunos establecimientos pueden aprovechar esta modalidad para modificar los precios de forma arbitraria o para ocultar información relevante sobre los ingredientes, las alergias o las calorías de los platos, lo que puede suponer una vulneración de los derechos de los consumidores.

Por todo ello, creo que la utilización de los códigos QR en los establecimientos de hostelería no debe ser una imposición, sino una opción voluntaria que pueda resultar más cómoda e higiénica para algunos usuarios, pero que no puede sustituir la opción tradicional de consultar la carta en formato físico y en castellano. De esta forma, se garantizaría el respeto a los derechos de los consumidores y se facilitaría la accesibilidad e igualdad de oportunidades para todos. En definitiva, se trata de no hacer más complicada la revisión de los precios de los platos, sino de ofrecer una alternativa que pueda satisfacer las preferencias y las necesidades de cada cliente.

¿Alguna vez has escaneado el código QR de la carta de un bar y te has encontrado con una página web que te pedía tus datos personales, bancarios o de acceso a alguna aplicación?

Ante esta situación, es importante que los clientes estén atentos y vigilantes cuando vayan a escanear un código QR en un establecimiento de hostelería. Algunas de las medidas de precaución que se pueden tomar son las siguientes:

– Comprobar que el código QR coincide con el del resto de las mesas y que no hay ninguna pegatina o papel sospechoso sobre él.

– Verificar que la página web a la que se accede tras escanear el código QR tiene el mismo nombre y logotipo que el del establecimiento y que la dirección empieza por https, lo que indica que es segura.

– No introducir nunca datos personales, bancarios o de acceso a alguna aplicación en una página web que se haya abierto al escanear un código QR, ni tampoco descargar ningún archivo o programa que se ofrezca.

– Desconfiar de las ofertas o promociones demasiado atractivas o que requieran facilitar algún dato sensible para poder acceder a ellas.

– En caso de duda, pedir al personal del establecimiento que les muestre la carta en formato físico o que les confirme que el código QR es el correcto.

Siguiendo estos consejos, podremos disfrutar de la comodidad e higiene de los códigos QR sin poner en riesgo nuestra seguridad y privacidad. Asimismo, podremos contribuir a evitar que este tipo de fraudes se extiendan y perjudiquen a otros clientes y establecimientos. La prevención y la responsabilidad son las mejores armas contra la estafa del QR.

Si es así, podrías haber sido víctima de una nueva estafa que utiliza los códigos QR como cebo para robar información sensible de los usuarios. La Policía Nacional ha alertado de este tipo de fraudes, que se aprovechan de la confianza de los clientes y de la falta de control sobre los códigos QR que se colocan en las mesas de los establecimientos.

El modus operandi de los estafadores es el siguiente: sustituyen el código QR original del establecimiento por otro falso, que redirige a una página web maliciosa que simula ser la del bar o restaurante. Una vez allí, solicitan al usuario que introduzca sus datos personales, bancarios o de acceso a alguna aplicación (como Whatsapp, Facebook o Gmail) para poder ver la carta o acceder a algún tipo de promoción o descuento. De esta forma, los estafadores consiguen hacerse con los datos de los usuarios y pueden utilizarlos para realizar compras fraudulentas, suplantar su identidad o enviar mensajes de spam o phishing.

Para evitar caer en este tipo de engaños, la Policía recomienda seguir una serie de consejos:

– Desconfiar de las páginas web que soliciten datos personales, bancarios o de acceso a otras aplicaciones para ver la carta o acceder a ofertas.

– Comprobar que la dirección de la página web coincide con la del establecimiento y que tiene un certificado de seguridad válido (https).

– No escanear ningún código QR que no esté debidamente identificado o que tenga un aspecto sospechoso.

– Informar al personal del establecimiento si se detecta algún código QR falso o manipulado.

– Denunciar cualquier intento de estafa a través de la página web de la Policía Nacional o de la aplicación AlertCops. Los códigos QR pueden ser una herramienta útil y segura para consultar la carta de los bares, siempre y cuando se haga con precaución y se verifique su origen. No obstante, hay que estar alerta ante posibles fraudes que intentan aprovecharse de la situación actual y de la confianza de los consumidores. Por eso, es importante seguir las recomendaciones de la Policía y proteger nuestra información personal y bancaria