Ensaladas preparadas, una opción cómoda ¿y saludable?

Las ensaladas preparadas y envasadas se han hecho un hueco en los lineales de los supermercados. De atún, de pasta, de jamón… hay muchas variedades, ¿qué ofrecen al consumidor?, ¿son una opción tan completa y equilibrada como parece?

Las ensaladas envasadas y listas para tomar han alcanzado gran popularidad, sobre todo, entre personas que necesitan comer fuera de casa de manera rápida y sin gastar mucho dinero. Se han convertido en una alternativa cómoda para evitar abusar de sándwiches o bocadillos. Y además, muchos piensan que son una opción más saludable y menos calórica. ¿Es así?

Desde la Ocu han revisado la composición de varias ensaladas de venta en supermercados de diferentes variedades: ensaladas de atún, de queso, de pasta y ensaladas César, para saber qué es lo que ofrecen al consumidor.

Diferencias nutricionales

La composición y el valor nutricional de 22 ensaladas de 4 tipos (atún, César, pasta y queso) y han llegado a la conclusión de que se trata de productos que, en general, por si solos no aportan la energía suficiente (ni los nutrientes) para constituir una comida completa, si consideramos una dieta de 2.000 kcal, que se deben repartir a lo largo del día. 

Se ha comprobado que entre ensaladas de un mismo tipo, hay diferencias en el aporte de calorías y en el precio. Las diferencias nutricionales se reflejan en el Nutriscore, que hace un balance entre  los aportes nutricionales positivos en nuestra dieta y otros aspectos (calorías, grasas saturadas, azúcars y sal) para clasificar los alimentos en 5 categorías, de A a E y permite comparar fácilmente la calidad nutricional de alimentos envasados del mismo grupo, por lo que  desde OCU se pide que se implante este etiquetado nutricional.

Tras revisar las 22 ensaladas, a la luz de Nutriscore, vemos que 4 de ellas obtienen la mejor valoración, una A: son Auchan César, Hacendado Ensatún, Aldi Mare Nostrum y Primaflor Caprese con atún. En el extremo opuesto, la peor nota recae en la ensalada de Lidl Edulis César con pollo y queso, cuya valoración nutriscore es una D.

Más calorías de las que piensas

No hay diferencias claras entre un tipo y otro de ensalada (no podemos decir que las de atún sean más saludables que las de queso, o las de pasta mejores que las de atún), pero como vemos,  sí se observa gran variabilidad dentro de un mismo grupo.

Además, lo que sí es cierto es que hay diferencias en el aporte energético según el tipo de ensaladas, como vemos en este gráfico:

Las grandes diferencias en el aporte calórico se explican sen muchos casos por la salsa, el aliño. Pero también el tamaño de la ración y los ingredientes son parámetros determinantes del valor nutritivo de estos productos

Moraleja: si tu objetivo cuando eliges este tipo de producto es reducir tu ingesta calórica, fíjate en la información nutricional del producto.

¿Te preocupa el medio ambiente? No son la mejor opción

Salta a la vista: si hay algo que les sobra a estas ensaladas es precisamente plástico. Todos los productos que hemos revisado en nuestro estudio abusan de los envases: son imprescindibles para alargar la vida del producto y conseguir que los ingredientes permanezcan inalterados… pero en general, hay elementos de los que se podría prescindir. Si evitar generar desechos es una prioridad en tus decisiones de compra y consumo, está claro que estos productos no son la mejor opción.

Desde OCU apelamos a la responsabilidad de los fabricantes, pidiendo que hagan un mayor esfuerzo para disminuir la cantidad de plásticos.

Las claves para acertar

En los supermercados se pueden encontrar distintas ensaladas preparadas y listas para consumir, de diferentes marcas y composición. ¿Hay diferencias nutricionales entre las ensaladas de uno y otro tipo? El estudio de ensaladas que OCU publica en OCU-Compra Maestra no es un análisis comparativo, tan solo pretende ser un sondeo de lo que encontramos en el mercado, pero a partir de ahí, podemos extraer interesantes conclusiones que te ayudarán a elegir con acierto.

• Porcentaje de ingredientes. En la lista de ingredientes aparecen por orden decreciente de cantidad. A veces, los que figuran en la denominación no son los más abundantes: presta atención al porcentaje, que debe indicarse entre paréntesis.
• Energía por ración, es decir, las calorías que te aporta un plato de esta ensalada. Fíjate en la energía que aporta y en el peso del envase. Un adulto necesita unas 2.000 kcal diarias, una comida completa debe aportar en torno a un 35% de esa cantidad… estas ensaladas, por si mismas, se quedan cortas. La mayoría deberían completarse con otro plato.
• Calidad de los ingredientes. Ten en cuenta que no es lo mismo que una ensalada contenga pollo asado, bacon o fiambre de pavo. Valora también su cantidad y variedad.
• Peso de la ración. Fíjate en el peso indicado en el envase para valorar el aporte de nutrientes y para comparar precios. ¿Es más barato… o solo es más pequeño?
  

  
  
  
  

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