La Ermita de la Reina de los Ángeles, Alajar Huelva


La Peña de Arias Montano en Alajar, Huelva, es un monumento de la naturaleza de gran valor paisajístico e histórico. Lugar consagrado al culto de Ntra. Sra. Reina de los Ángeles, cuya ermita es uno de los centros de peregrinación más importante de Andalucía, celebra su romería el 8 de septiembre. Aquí vivió el famoso humanista Benito Arias Montano, que le dio nombre.

La Ermita de la Reina de los Ángeles es del siglo XVI y se corresponde con un heterogéneo edificio formado por agregaciones a un pequeño templo.

Campanario y garitas: situada al borde de la meseta donde se asienta la ermita y asomándose al enorme balcón, se encuentra una pintoresca espadaña (campanario) de estilo neoclásico (reconstruida tras la destrucción por un rayo), acompañada por sendas garitas apilastradas, de planta circular y bóveda de media naranja, ambas de origen desconocido pero de estilo renacentista.

Portada almohadillada (Arco de los novios): delante de la ermita. Consta de dos semicolumnas y un arco, además de las mochetas en derrame y unos arranques de muros a modo de contrafuertes. Su filiación está muy clara dentro de la arquitectura renacentista y lo más probable es que se trate de la puerta de acceso al antiguo jardín que creó en este lugar Arias Montano. La leyenda popular dice que la pareja que pase debajo cogida de la mano se casarán con seguridad.

Cuevas de Las Lapas: este es el nombre que recibe el conjunto de cuevas situadas en La Peña de Arias Montano. En ellas se han hallado restos de la edad del Bronce, además de otras épocas, aún por estudiar. Sólo son visitables dos de estas cuevas: el Palacio Oscuro, situado debajo del Campanario (Espadaña) y La Sillita del Rey, situada en el extremo norte, una escalera tallada en la roca, La Bañera de la Reina, una pila bautismal de época paleocristiana de alrededor del siglo VI y la propia cueva o abrigo que sirvió de refugio y hogar a los eremitas que habitaron estas cuevas en aquella época.

En 1553 llega a la Peña el teólogo y humanista Benito Arias Montano. Una vez obtenido el patronato sobre la ermita la reedificó, construyendo casa y estudio con vides, huerta de frutales y paseo con parras y árboles de diverso género. En los alrededores de la ermita descubrió y acondicionó un antiguo manantial, «la Fuente de la Peña», levantó un cenador y ordenó todo el conjunto ampliando y adornando el camino de acceso con una frondosa alameda y los alrededores con huertas y viñas, siguiendo el ejemplo de las villas rústicas y de los jardines manieristas italianos. La Peña se constituirá como un centro de culto mariano de primer orden con la devoción a Nuestra Señora de los Ángeles, fundándose en 1528 una hermandad que celebraba la romería.

 

 




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