Mascarillas, ¿imprescindibles para no contagiarse?
Moreno anunció ayer que propondrá mañana al comité técnico-médico que asesora a su Gobierno hacer obligatorio el uso permanente de la mascarilla en toda la región, al considerar que aunque la comunidad autónoma no está en “una situación límite”, actualmente “lo mejor es prevenir”. No parece probable, estando como están las cosas y adivinándose un hipotético y temido pico por venir, que los técnicos contradigan la petición del presidente de la Junta.
Pese a que la propia Junta de Andalucía continúa mandando un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, lo cierto es que ya se han registrado 19 rebrotes de coronavirus en la comunidad autónoma y las cifras parecen ir en aumento. Con esta situación, la Junta de Andalucía ya no oculta que este lunes irá a la zaga de otras comunidades autónomas como Cataluña o Extremadura, y obligará a la ciudadanía a llevar mascarillas en cualquier lugar público y sólo lo menos de 6 años podrán ir sin ella.
Después de asumir las competencias tras el fin del estado de alarma en la que estaban en manos del gobierno, la Junta de Andalucía ha sido incapaz de tomar medidas para frenar la expansión del virus aunque su actitud ha sido más precavida que cuando las competencias pertenecían al gobierno central.
Los datos sobre los casos de coronavirus ahora obligan a Andalucía a tomar medidas. En los últimos días hemos visto como las playas de la comunidad autónoma se han llenado, las terrazas han ocupado todas las mesas o la gente ha paseado libremente con las mascarillas en la mano, o incluso sin ellas.
Uso de mascarillas: una recomendación cambiante
Hasta la fecha, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha incluido el uso generalizado de mascarillas entre las recomendaciones sanitarias para protección individual entre la población.
Las medidas preventivas que la OMS recomienda (y que son válidas para el coronavirus causante del COVID-19 pero también para otras infecciones respiratorias producidas por virus, como el resfriado o la gripe) son:
- El lavado de manos frecuente (especialmente después de un contacto directo con personas afectadas por una afección respiratoria o su entorno o tras tocar superficies que puedan estar contaminadas).
- Evitar el contacto estrecho con personas que muestren signos de afección respiratoria, como tos o estornudos.
- Mantener una distancia mínima de un metro aproximadamente con el resto de las personas. Las últimas recomendaciones del Ministerio de Sanidad amplían a dos metros la distancia mínima que se debe mantener en los centros de trabajo, tanto en la entrada y salida como en la permanencia en los mismos.
- Cubrirse la boca y la nariz con pañuelos desechables o con una tela al toser o estornudar y lavarse las manos después.
Sin embargo, a lo largo de las últimas semanas se ha abierto un intenso debate científico sobre la conveniencia de recomendar el uso extensivo de las mascarillas, no ya para protegerse uno mismo, sino para evitar la transmisión a otros por parte de personas que estén infectadas pero que no han desarrollado síntomas, o que tienen síntomas tan leves que ni siquiera se plantean la posibilidad de estar infectados.
La razón de este debate es la cada vez mayor evidencia de que, a diferencia de lo que sucede con otras infecciones víricas, el COVID-19 sí se transmite a otros durante la fase asintomática. Por eso las autoridades sanitarias de diferentes países (también ahora España) están incluyendo la recomendación de uso de mascarillas de forma más extendida a lo que recomendaban anteriormente.
¿Cuándo es necesario usar una mascarilla?
- Quien sospeche que puede estar infectado debería cubrirse con una mascarilla, para intentar evitar la diseminación aérea del virus y el contagio a otras personas. En estos casos, es preferible, si se tiene acceso a ella, el uso de una mascarilla quirúrgica en lugar de una simple mascarilla higiénica.
- El uso de mascarilla no exime de la necesidad de mantener el resto de medidas, muy especialmente las recomendaciones de distancia con otras personas.
- Si no se tiene acceso a mascarillas homologadas, el uso de una mascarilla de fabricación casera (incluso cubrirse boca y nariz con un simple pañuelo) es preferible a no hacer nada.
Recomendable en el transporte público
Aunque no es obligatorio, el Ministerio de Sanidad recomienda además el uso generalizado de mascarillas higiénicas cuando se viaja en transporte público al lugar de trabajo. Una vez allí, no se considera necesario usarla si el tipo de trabajo no lo requiere y se puede mantener la debida distancia interpersonal.
Si estoy sano, ¿usar mascarilla evitará contagiarme?
Si una persona sana quiere prevenir el contagio debe extremar las precauciones y seguir las medidas preventivas aconsejadas para la población general (lavado de manos, cubrirse con pañuelo en caso de tos o estornudos, mantenerse a distancia de personas con síntomas)… el recurso a una mascarilla para prevenir contagios no está de momento incluido en los protocolos y a día de hoy ninguna mascarilla puede garantizarlo al 100%.
Puedes estar infectarlo y no saberlo (ni notarlo)
Es posible que uno piense que está sano y sin embargo esté infectado, bien porque aún no ha desarrollado los síntomas o porque estos son tan leves que no inducen a sospecha: en este caso el uso de mascarillas por parte de la población sí puede tener sentido, muy especialmente cuando otras medidas de distanciamiento social sean difíciles de mantener (al hacer la compra, en el metro, en el médico…). La finalidad de esta medida no es evitar contagiarse uno mismo, sino reducir el riesgo de que personas infectadas contagien a otros.
En España, por el momento, la única recomendación oficial en estos casos es la de usar mascarillas higiénicas al viajar en transporte público al centro de trabajo, aunque estas recomendaciones pueden sufrir cambios en función de cómo las medidas de confinamiento vinculadas al actual estado de alarma comiencen a relajarse.
¿Qué mascarillas son útiles para quien está con un afectado?
Sí hace falta recurrir a la mascarilla si hay que entrar en contacto estrecho con una persona infectada o sospechosa de estarlo, como sucede con el personal sanitario, por ejemplo. Pero en ese supuesto no vale protegerse con cualquier mascarilla:
- Las mascarillas simples de protección (mascarillas higiénicas) no son adecuadas para protegerse en ese caso.
- Tampoco se aconsejan las mascarillas quirúrgicas, que actúan como barrera contra las secreciones biológicas gruesas (el esputo o la saliva, por ejemplo) pero no son tan eficaces contra la diseminación de aerosoles finos: minúsculas gotitas que todos exhalamos al hablar, toser o estornudar y que pueden alcanzar hasta un metro de distancia. Y todo apunta a que el coronavirus que el COVID-19 se puede transmitir también de esta forma, y no solo a través del contacto directo con secreciones.
- Deben usarse las mascarillas equipadas con filtro, con un grado de filtración FFP2 (por ejemplo, las que se recomiendan para ser usadas por familiares, personal de limpieza de la habitación, etc.) o incluso FFP3 (para las personas que vayan a estar en contacto estrecho con la respiración del paciente, sanitarios que vayan a examinarlo o proceder a una intervención sobre él, por ejemplo).
Pero ni aun así bastaría para eliminar totalmente el riesgo de contagio: el uso de mascarillas debe acompañarse del uso de guantes y bata impermeables, y de protección ocular antisalpicaduras (las mascarillas no impiden el contacto de las gotitas en suspensión exhaladas por el paciente con los ojos). Esta medida está justificada en un entorno sanitario mientras el virus es transmisible (hasta un máximo de 14 días después del contagio), pero no en población general sana.
En cualquier caso, si convives con un afectado y no tienes posibilidad de conseguir una mascarilla adecuada, cualquier protección es mejor que nada. Sin olvidar nunca que el uso de cualquier mascarilla no exime de extremar el resto de medidas de prevención.
Mascarillas higiénicas, de un uso o reutilizables
El uso de mascarillas higiénicas sí está oficialmente recomendado en el transporte público, y es es previsible que esta recomendación se haga extensiva a otras situaciones conforme las medidas de confinamiento vayan relajándose en un próximo futuro.
La orden ministerial (en vigor desde el 19 de abril) sobre medidas excepcionales para garantizar el acceso de la población a los productos recomendados para la prevención de contagios por el COVID-19, entre otras cosas establece las condiciones que deben reunir las mascarillas higiénicas de venta al público y la información que deben suministrar en su etiquetado: además de los datos del fabricante y su denominación, debe incluir el periodo de uso recomendado, así como si son de un solo uso o reutilizables. Si el producto se vende no envasado, debe incorporar la información en una etiqueta sobre el propio producto o en un documento que lo acompañe y que debe ser suministrado al comprador.
El Ministerio ha publicado una guía explicando cómo limpiar y desinfectar las mascarillas higiénicas reutilizables. Puede hacerse con detergente normal y agua a temperatura entre 60º-90º (ciclo normal de lavadora) o sumergiéndolas en una solución 1:50 de lejía con agua tibia (diluyendo por ejemplo 20 mililitros de lejía en 980 mililitros de agua) durante 30 minutos, lavándolas después con agua y jabón y aclarándolas bien para eliminar cualquier resto de lejía.
Mascarillas caseras: ¿cómo puedo fabricar mi propia mascarilla?
¿Qué sucede si quiero usar mascarilla pero no tengo acceso a una? ¿Qué pasa si las recomendaciones oficiales incluyen su uso en mi caso, pero no tengo una mascarilla homologada? ¿Qué soluciones hay?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos ( CDC) han elaborado un tutorial para que uno mismo pueda fabricar su propia mascarilla o cubierta para la cara. Incluye tres posibilidades con distinto grado de complejidad, de forma que todo el mundo pueda hacerlo con recursos y materiales de los que disponemos en nuestra propia casa. Hay opciones incluso sin saber coser:
CÓMO ELABORAR MASCARILLAS EN CASA
No hay estudios disponibles que garanticen hasta qué punto estas mascarillas caseras son útiles, razón de más para seguir extremando el resto de medidas de prevención de la misma forma que si no se usan.
Si usas mascarilla, úsala bien
Si necesitas usar mascarilla o prefieres utilizarla, es importante que lo hagas bien, para que esa protección sea más efectiva.
- Antes de tocar la mascarilla, lávate las manos con agua o jabón o, en su defecto, una solución hidroalcohólica.
- Asegúrate de que no tiene rasgaduras o agujeros.
- Colócala bien: orienta hacia arriba la parte superior (donde se encuentra la tirilla de metal o el borde más rígido, en el caso de las mascarillas homologadas), y hacia afuera el lado coloreado.
- Pon la mascarilla sobre la cara. Pellizca la tira o el borde rígido para que se amolde a la forma de la nariz y tira hacia abajo de la parte inferior de la mascarilla para que cubra boca y barbilla.
- Después de usarla, quitate la mascarilla, manteniendola alejada de la cara y la ropa, para no tocar las superficies potencialmente contaminadas.
- Deséchala, idealmente en un contenedor cerrado, inmediatamente después de su uso.
- Lávate otra vez las manos.
Tres afirmaciones contra contagios que #nocuelan
Desde OCU pensamos que es importante desmontar algunos mitos que pueden llegar a causar más problemas a la población.
- Usando una mascarilla evitaré el contagio. Como hemos visto, centrándonos en la población general, los ciudadanos de a pie, usar mascarilla puede ser útil para no contagiar a otros, sí, pero no para no contagiarse en una situación de vida habitual.
- Con una mascarilla de grado de filtración elevado estaré completamente protegido. La protección completa, necesaria en ambientes sanitarios para quien esté en contacto con un enfermo, no la proporciona solo la mascarilla. Es preciso proteger todas las mucosas, también los ojos.
- Es necesario usar solución desinfectante para prevenir el contagio. Basta con recurrir al agua y al jabón. Solo en las situaciones en que no sea posible lavarse bien las manos habría que recurrir a desinfectantes como sustitutivo.
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