La Taberna María: cuando las gastronomías española y brasileña se unen en Sevilla
En Sevilla son muchos los restaurantes que ofrecen a su clientela variedad de elaboraciones gastronómicas, las cuales han buscado su inspiración en la cocina tradicional española y, a la vez, conectan sigilosamente con demás culturas de alrededor del mundo. Es el caso de los negocios de fusión culinaria, un concepto que está en desarrollo creciente en la capital andaluza. A día de hoy, las pinceladas de gastronomía internacional en creaciones de equipos hosteleros de Sevilla están generando mucho interés en la ciudadanía. Sobre todo en aquellos establecimientos que ofrecen cocina andaluza de toda la vida, con toques muy originales de las gastronomías japonesa, peruana, mexicana, china, africana, tailandesa… Y es algo de agradecer, teniendo en cuenta que aunque las cocinas americana o italiana siempre tendrán un rincón reservado en nuestros paladares, a las personas nos gusta conocer, descubrir y experimentar.
Por este motivo, propuestas como la que ofrece la Taberna María resultan gratamente interesantes: cocina española y brasileña unidas en la ciudad de Sevilla. En este local se sirven tapas caseras y carnes a la brasa, lo cual supone un estilo gastronómico que atrae a la clientela nativa de Andalucía, pero también a la brasileña. Esto da al establecimiento una atmósfera muy variada y generosa, casera e interesante: varios acentos, varios idiomas, varias opciones entre las que escoger.
Cuando trasladamos Brasil a nuestras mentes por un momento, la conquista es inmediata: ese país es un amor a primera vista, y más intenso todavía si nos referimos a sus dotes culinarios. No son solamente sus paisajes, sus danzas, su alegría contagiosa o su idioma tan biensonante, sino además su cultura gastronómica: uno de sus mayores encantos. La variedad y el colorido son características de mucho peso en esta cocina que implica una amplia variedad de frutas, verduras y pescados que aportan ese sabor único a sus creaciones. Estos alimentos suelen ser cocinados a la brasa, fritos o al horno, acompañados normalmente de verduras, plátano, arroz y ensalada. Pero habiendo mencionado el concepto de la brasa, hace falta referirnos a las carnes que se ofrecen en la Taberna María, donde tanto esta gastronomía como la andaluza encuentran su lugar de reunión.
María, es quien da nombre al negocio y la cabeza coordinadora de todo el local junto con algunos de sus familiares que comparten la propiedad del negocio. En la Avenida Mujeres Trabajadoras número 10 y con un horario de martes a domingo, de 12 del mediodía a 12 de la noche, es ella quien se encarga de que al negocio no le falte el más mínimo detalle. Así la ubicación y el nombre de la calle no pueden quedarle mejor, cuando esta trabajadora sabe perfectamente qué necesita la clientela y cómo ofrecérselo, con tal de hacer de cada experiencia algo incopiable y siempre repetible en el mismo lugar. En la empresa son cuatro personas, en un establecimiento de decoración rústica muy arropador: este estilo estético no es algo reservado solamente a los hogares, las casas de campo y las zonas rurales. Con su calidez aporta al ambiente una sensación muy hogareña, motivo por el cual esta decoración está muy al día en el diseño de pisos de las grandes ciudades, donde cada vez más necesitamos climas relajantes.
Ya centrándonos en la carta de esta Taberna, los platos más solicitados son el flamenquín danés y los champiñones rellenos de brandada de marisco. El primero es elaborado con jamón york, pimientos del piquillo, queso danés y huevo duro, cuya combinación tiene un precio de cuatro euros. Los champiñones, por otro lado, bajan a tres euros con cincuenta convirtiéndose en uno de los mayores éxitos del negocio. En cuanto al resto de la carta es necesario decir que absolutamente nada se queda atrás, teniendo disponibles algunas maravillas como las delicias de foie con queso de cabra y manzana caramelizada a cinco euros. El foie gras, cuyo nombre es acortado en España como «foie», es el hígado sano de un pato adulto el cual ha sido cebado con una alimentación abundante. Otras preciosidades de la carta vendrían a ser, por ejemplo, el solomillo a la mostaza antigua, el solomillo al Roque o la presa con crujiente de mostaza: las dos primeras a un precio de tres euros, mientras que la última por la calidad de su producto principal tiene el ligero coste de cuatro euros.
Hemos de resaltar que la frescura de sus ingredientes, la calidad de su proceso de elaboración y la tradición artesanal que se sigue en la cocina de la Taberna María dan a sospechar que el precio podría ser muy elevado en sus ofertas de carta. Aun así, después de echarle una mirada atenta a los alimentos de temporada que se utilizan, el coste de cada uno de sus productos resulta alarmantemente asequible. Cabe decir además que las opciones más cotidianas y rutinarias también están disponibles para los y las amantes de la gastronomía andaluza de toda la vida: jamón, queso viejo, atún encebollado, lagrimitas de pollo, solomillo al whisky y croquetas de cola de toro o jamón ibérico.
Para quienes desean ampliar los sentidos de sus papilas gustativas con novedades, desde Ocho Sabores les recomendamos el wok de aves con salsa teriyaki y arroz de las marismas, la carrillada de cerdo con queso gratinado sobre un parmentier de sobrassada, las tostadas francesas con hígado de pato fresco y caramelo de mandarina o las taleguillas de queso crema con mermelada de higos: prodigios de la cocina única de la Taberna María. Pero la mayor especialidad de la casa son las carnes a la brasa, cuando se puede experimentar más fuertemente la unión entre las dos gastronomías. Éstas tienen su precio base de 9 euros y sus opciones varían según la temporada, por lo que es necesario informarse de cuáles de ellas están disponibles en esa época del año, con lo cual María estará encantada de ayudar siempre a los y las comensales.
En cuanto a postres y vinos, el dulce de la casa más extraordinario es (cómo no) muy exótico: migas de chocolate con mousse de fruta de la pasión. Por supuesto, no podíamos esperar nada más fascinante que un punto final con pinceladas tan cálidas como las de esta fruta. El maracuyá (también conocido como fruta de la pasión), tiene dos variedades: en color púrpura y amarilla. El púrpura es originario, sabemos, del sur de Brasil mientras que la procedencia de la variedad amarilla es todavía incierta, pero es el gusto sofisticado y acídico de esta fruta la que la convierte en un complemento perfecto para jugos, sorbetes, helados o incluso cócteles. Y en referencia a la variedad de vinos de la Taberna, por supuesto el nivel no disminuye para nada: la oferta se expande desde el rioja infalible hasta algunas opciones de tintos andaluces, mientras que en referencia a los blancos el recorrido del verdejo más seco hasta el más dulce está también presente.
En definitiva la Taberna María ofrece una oportunidad culinaria realmente interesante, en un momento en el cual se están introduciendo constantemente nuevos estilos gastronómicos en la ciudad. Además el equipo siente un aprecio realmente reconfortante por la clientela que valora su trabajo y les visita de forma usual: «aquí tenemos las mejores visitas, de personas tanto brasileñas como españolas quienes siempre son bien recibidas. Nos encantan porque siempre son gente muy cercana y agradable». De esta forma resulta difícil resistirse a intentarlo, porque con precios asequibles, ofertas innovadoras y la atmósfera hogareña de este local no hay motivos para rechazar la oportunidad. Dicho esto, la Taberna María tiene sus puertas abiertas a personas amantes de la creación, de los sabores inusuales y también de los conocidos, a las personas con inquietudes culinarias que buscan siempre una experiencia distinta.
Av. de la Mujer Trabajadora, 41015 Sevilla
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