20 lugares donde tomar churros (calentitos) en Sevilla




Resulta muy curioso tratar de descubrir cómo nacieron nuestras tradiciones, sobre todo las culinarias. ¿Quién decidió, por ejemplo, hervir un tubérculo que se crea bajo tierra como la patata? Inicios como éste son los que a día de hoy nos han proporcionado la cultura que nos representa, porque no olvidemos que la gastronomía es una parte primordial en cuanto a la identidad de un colectivo de personas. Pero este artículo no está destinado a subrayar el peso que la tortilla de patatas tiene en Andalucía, sino que nuestro objetivo se centra en explicar el lugar que han llegado a ocupar las recetas más tradicionales como el roscón de reyes, la tarta de Santiago o, en este caso, los churros. Estos últimos serán los protagonistas en las siguientes líneas, igual que ya lo fueron en nuestra publicación sobre la churrería más antigua de España.

En Andalucía los churros son más conocidos por nombres alternativos como «tejeringos», «porras» o «calentitos», y son muchas las personas que se preguntan constantemente cómo se ideó esta fórmula que se conserva tan religiosamente en la actualidad. Aunque se han desarrollado varias teorías hasta el día de hoy, se dice que su origen parte de la época de Al-Ándalus, cuando en la reconquista los cristianos adoptaron esta costumbre del mundo árabe y, aunque no existe todavía una fecha demostrada sobre su invención, sí se sabe por el momento que el despacho de churros más antiguo de España está en en el Mercado del Carmen, en Huelva: la Churrería Miguel, la cual lleva en el gremio desde 1866. Este negocio familiar sigue su ciclo transmitiéndose de una generación a la siguiente.

Churrería de Madrid en el siglo XIX.

La diferencia entre los churros y los tejeringos se basa en uno de sus procesos finales: la masa de los churros se cuece, mientras que la de los tejeringos necesita poco más que agua caliente. Su nombre nació en la antiguedad, cuando éstos se echaban en la sartén con la ayuda de una especie de jeringuilla más grande de lo habitual. De esta forma, su proceso era ligeramente más largo y, aunque a día de hoy éste sigue siendo mayoritariamente manual, el trabajo necesitaba más esfuerzo físico. Y gracias a esas primeras generaciones que mantuvieron la tradición, hoy los churros están al alcance de toda la ciudadanía. A continuación, te damos a conocer 20 sitios donde probar los mejores churros de la capital de Andalucía:

¿Dónde se pueden comprar los mejores churros (o «calentitos») de Sevilla?

  • La Centuria

Pl. de la Encarnación, 9

Uno de los días del año en que este negocio tiene más éxito del común (que parecía imposible) es la mañana del Viernes Santo. El local acumula un pelotón de personas antojadas a las puertas del establecimiento, las cuales esperan impacientes a recibir uno de los mejores chocolates calientes de la ciudad, junto con unos calentitos muy reconocidos. La Centuria, en la Plaza de la Encarnación de Las Setas de Sevilla, dispone tanto de salón interior como de terraza y esta es la combinación perfecta, teniendo en cuenta que convierte este negocio en un lugar ideal independientemente de la época del año. Además este referente del churro solamente cierra los domingos, abriendo de lunes a sábado con un horario ininterrumpido de 06:30 a 21:30.

  • Casa Pepe

Calle Sierra del Castaño, 1

954 23 91 18

A diferencia de los anteriores establecimientos mencionados, Casa Pepe lleva cuatro años en el gremio. Cerca del Mercado del Tiro de Línea se encuentra este negocio que recibe su nombre por el hermano de la dueña María Ángeles. Pero al igual que Casa Félix, aquí puede degustarse también la comida casera, aunque de martes a domingo y de 7 de la mañana a 12, también de forma ininterrumpida. Ella elabora churros cotidianamente desde que tenía 17 años, y explica que hay varias claves para su perfección: hacerlos todos los días, cambiar el aceite diariamente, mantener la temperatura perfecta y la harina y levadura de calidad. Su especialidad son los de rueda, servidos en una ración generosa a un precio muy asequible.

 

  • Casa Enrique

Calle Diego de la Barrera, 18

617 80 54 62

Casa Enrique tiene siete décadas. Frente al Ambulatorio de El Porvenir, desde las 6 de la mañana y hasta las 6 de la tarde, de lunes a sábado, el antiguo Casa Andrés ofrece «churros de papas» por supuesto caseros y en porciones muy generosas, elaborados de forma artesanal: «huimos de lo precocinado y congelado, nuestros churros son caseros, con una masa hecha por nosotros mismos», asegura el personal. Aquí el café es Delta y el chocolate Paladín, de modo que el acompañamiento también es del mejor porque en Casa Enrique se cuida hasta el más mínimo detalle. Sin duda se trata de un lugar con tradición.

 

  • Oh Lá Lá

Avenida de la Buhaira, 7

622 29 85 80

La Cafetería M. J. conserva los rótulos de una franquicia desaparecida desde hace más de 15 años: Oh Lá Lá. Según el dueño Miguel Moreno, mantienen el nombre porque es así como se les conoce. Durante 11 años permanecieron junto a la Clínica Santa Isabel hasta trasladarse a La Buhaira, donde han establecido su negocio en los últimos 5 años. En este caso, el dueño explica que la clave del éxito está en que los churros los elabore siempre la misma persona, lo cual asegura que sean siempre igual de perfectos. El chocolate que sirven lo producen al vapor de la máquina, y eso les ha dado también mucha reputación. Aquí el movimiento de personas no cesa, ni el del producto tampoco.



  • Hotel Virgen de los Reyes

Avenida Luis Montoto, 131

954 57 66 10

Aunque esté dentro de un hotel, este negocio guarda toda la tradición del churro en pleno centro del Nervión. Sus inicios datan del 1876, cuando sus dueños compraron el edificio para crear la fábrica de Rafael Jiménez, desarrollándose hasta el día de hoy en el mundo de la gastronomía. En este establecimiento se venden unas 300 raciones de churros al día, una cifra que ha convertido al local en el que más «calentitos» vende en Sevilla. Su única y mejor especialidad son los churros de rueda.

Todo esto se debe a la mano de Juan Fuentes: el churrero que lleva haciéndolo más de 30 años, quien por supuesto es uno de los motivos principales por los que la clientela del negocio es gente de fuera del hotel, no solamente huéspedes. En este caso el cacao utilizado para elaborar el chocolate proviene de Barcelona, y el horario del local es algo más limitado respecto a los demás, cerrando los mediodías durante algunas horas.

 

  • Los Especiales

Puente de Isabel II

674 78 44 45

En este negocio resulta muy fácil diferenciar los dos tipos de clientela que lo sostienen en el pódium: durante el día frecuentan las familias, turistas y personas madrugadoras, mientras que por la noche (o mejor dicho: en la madrugada) la juventud que ha pasado una larga e intensa noche de viernes o sábado es clientela fija. Los Especiales es una franquicia fundada en 1975 por el matrimonio de Francisco Sánchez y Esperanza Blanco. Hoy la empresa está en manos de sus hijos, quienes todavía mantienen el precio inicial de los churros guardando respeto a la ciudadanía que no cambia este negocio por ningún otro.

 

  • La Esperanza

Calle Feria, 108

954 10 55 86

En La Macarena, frente a la iglesia de San Julián se ubica una cafetería desde 1980 donde se venden los mejores churros, porras y patatas fritas de la zona. Además de los calentitos de papa o de rueda tradicionales, La Esperanza ofrece también (y a un precio muy atractivo) otras opciones para merendar o desayunar: tostadas, zumos de naranja natural o copas de chocolate con nata. Sin descanso, esta cafetería mantiene sus puertas abiertas todos los días con un horario que se expande desde las 8 de la mañana hasta las 12:15. Así es muy fácil tomarse la vida con filosofía, cuando hay establecimientos que continúan rindiéndole culto a la tradición del desayuno más apetecible en Andalucía (junto a las tostadas con jamón).

 

  • Freiduría Puerta de la Carne

Calle Santa María la Blanca, 36

954 41 11 59

Esta freiduría ya la mencionamos en nuestro artículo sobre los lugares de Sevilla donde comer el mejor pescaíto frito de modo que seguramente el nombre no será ninguna novedad. En ese listado ya explicamos que se trata de una de las más típicas de Sevilla, nacida el año 1928 y triunfante todavía hoy… Más que nunca. Con esos años de experiencia no es sorpresa que su especialidad no sea solamente un producto. En este caso el pescaíto frito y los churros son sus superventas. La decoración del establecimiento, llena de azulejos, le da un ambiente muy arropador y casero.

Así como la cerveza fría es perfecta para acompañar al pescado, cuando hace bueno en su terraza se puede ver a la clientela disfrutando también de unos churros elaborados de forma artesanal. El trato al público es por supuesto una maravilla, lo que convierte este local en una de las maravillas de Sevilla.



  • Calentería de la Alfalfa

Plaza de La Alfalfa, s/n

Podemos comprobar cómo las mejores calenterías no nacen de un día para otro. Todas las mencionadas en este artículo tienen años de experiencia: ésta concretamente, cuenta con más de 80 años de historia. Así podemos deducir que los churros son de rueda, los churros más «de toda la vida». Pero es mejor referirnos a ellos como «calentitos», como así lo prefiere el maestro que los elabora. En este establecimiento la tradición se repira en cada rincón, por lo que el producto final no podría ser mejor: de textura crujiente pero a la vez esponjosa, en su punto perfecto de cocción. Igual que muchos de los locales mencionados en este artículo, esta calentería tiene horario de mañanas: más que suficiente vista la demanda que tiene el local.

 

  • Doña Carmen

Calle San Eloy, 19

955 67 31 29

A escasos metros de la plaza de La Campana, una de las mayores tentaciones de quien ama estos crujientes es no pararse en esta churrería de camino al centro. Su horario de mañana y tarde hace muy complicado no caer en la provocación: calentitos con chocolate, tanto de papa como de rueda, a un precio que cualquiera puede permitirse. Además el olor a café transporta a cualquiera a la atmósfera más casera, de modo que todos los factores involucrados en este contexto ayudan a que los churros terminen por ser consumidos. En la actualidad, por supuesto, Doña Carmen se ha convertido en una de las churrerías más famosas de Sevilla.

 

  • Calentería Velarde y Borromeo

Calle Leiría, 10

954 33 75 08

En Triana, el dueño de esta calentería Manuel Velarde Borromeo especifica que aquí se venden «calentitos», no churros. Así nos hacemos a la idea de que se trata de un lugar con muchísima tradición. Reducido en cuanto a espacio, este local se ha convertido en un templo para los amantes de la calidad a la hora del desayuno, y tanto el dueño como su esposa Victoria afirman que es ley ofrecer un producto digno. «Nada de servir algo frío al cliente». En esta calentería la cola no para de alargarse y la clientela va aumentando a medida que avanza el día: serán sus precios de escándalo, sus ingredientes o su ambiente artesanal.

 

  • Chocolatería Virgen de Luján

Calle Virgen de Luján, 41

954 45 36 51

De nuevo en Los Remedios, esta chocolatería es un referente en cuanto a churros pero también por su chocolate: artesanal y de la marca Virgen de Luján. Desde 1976 se sirven aquí de los mejores churros con chocolate de Sevilla. El establecimiento lo abrió Francisco Aroca, marido de Mercedes Risquete (la actual dueña) en el año 1976. Él estuvo casado con una mujer que era familia del Hotel Virgen de los Reyes, el cual hemos nombrado ya en este listado. Montó con sus suegros la cafetería del hotel y al divorciarse desarrolló por su cuenta la chocolatería en Virgen de Luján. Al fallecer, Mercedes se encargó de salir adelante con el negocio, honrando cada día la memoria de Francisco.

El maestro churrero es Manuel Vázquez, quien lleva en el gremio más 40 años y recibió su formación en Virgen de los Reyes. Con y gracias a él, la chocolatería abre todos los días del año con horarios distintos de mañana o tarde según la época.

 

  • La Calentería

Calle Cano y Cueto, 7

954 41 11 59

Fotografía de tripadvisor.es

 

Uno de los detalles que mejor definen esta calentería es que comparte a la perfección su éxito con el vecindario. El caso está en que se pueden pedir churros para llevar y disfrutarlos en cualquiera de los bares de la comunidad, de modo que el beneficio económico local es mayor. Así los bares Modesto y 3 de Oro pueden ofrecer la bebida: sin duda una estrategia muy respetuosa de comunidad. Desde hace más de un siglo La Calentería solamente vende churros y chocolates elaborados de forma artesanal.

No sirven café ni nada por el estilo, ya que de eso se encargan los demás establecimientos. Para La Calentería no es necesario acaparar. Encima, podrían beneficiarse de forma excepcional visto su éxito, algo que no han considerado en ningún momento. Se trata, sin duda, de un ejemplo de tradición, respeto a la comunidad y fidelidad a la clientela.

 

  • Bar El Comercio

Calle Lineros, 9

670 82 90 53

La familia Rivera alimenta este local desde 1904, mientras que el establecimiento alimenta a los amantes del dulce. Nos gustaría destacar la especial decoración de este negocio: azulejos de marcas de vino de Jerez, mostrador de madera… Aquí se respira tradición, de modo que la misma receta de los churros también permanece intacta. Desde las 7:30 de la mañana hasta las 21:00 horas de la noche se sirve un producto excepcional: los «churros largos». Además de proponer un precio que contempla las posibilidades de toda la población, en El Comercio mantener la fidelidad a la clientela fija es muy importante. Este bar lleva un ritmo incansable, con un churrero que a la vez que prepara churros está pendiente de otras comandas: ofrece precisión que da como resultado un tentempié perfecto en todos los sentidos.

 

  • Casa de Soria

Calle Jovellanos, 6

954 22 57 21

Aunque en Casa de Soria solamente se elaboren churros de rueda, este establecimiento lleva un éxito encima que les da fuerza para seguir ofreciendo la misma calidad todos los días. En este caso también afirman que es muy importante la consistencia: es fundamental que siempre sea la misma persona quien cocine el producto, «porque el cliente se acostumbra a un sabor que solo sabe dar aquel que los hace día a día». En este local se abre de 8:00 de la mañana a 20:00 de la tarde, con unos churros a la venta que son fácilmente catalogables como producto de calidad, tradicional y casero.



  • Churrería San Pablo

Calle San Pablo, 22

670 44 54 58

Rafael Cazorla, el actual dueño de la churrería San Pablo, explica que ésta lleva más de 50 años en pie. Seguramente por su posición geográfica pero también por la calidad de su producto final, este establecimiento recibe muy buenas críticas de visitantes extranjeros. Rafael afirma que la clave del churro perfecto se guarda en el trabajo duro: tener la mejor masa no es suficiente. Y a pesar de las reducidas dimensiones del local, San Pablo se ha catapultado hasta el momento como uno de los mejores locales de churros de toda Sevilla y no precisamente por casualidad. Su afluencia de clientela es máxima, por lo que su disponibilidad horaria requiere algunos momentos de descanso, motivo por el cual la churrería se cierra a la hora del mediodía.

 

  • Kiosco de Calentitos Macarena

Calle Parlamento de Andalucía, s/n

676 49 65 16

En 1927 la familia Alfonso puso en marcha este puesto y actualmente van ya cuatro generaciones. Frente a la Basílica y desde primera hora de la mañana, el kiosko ofrece churros de rueda. Éstos son envueltos en un papel que absorbe el aceite sobrante y pueden ser consumidos en el bar de enfrente, el cual ya te sonará: Casa Manolo. De todas formas, la tradición también permite llevarlos a casa y disfrutarlos en familia en un ambiente casero al cien por cien, de modo que todas las formas de vivir la cultura del churro terminan por ser correctas: en Casa Manolo o en tu propia casa, sea donde sea, el sabor de los churros de este kiosko te devolverá a la infancia en un abrir y cerrar de ojos.

  • Churrería Hermanos García

Calle Nuestra Señora del Pilar, 30

653 03 49 07

En Los Bermejales existe un establecimiento especialista en churros tradicionales. Abel García, uno de los dueños del negocio junto a su hermano, explica que el manejo del local se lo deben a su abuela: fue ella quien inició y enseñó a su madre, quien más tarde abriría el establecimiento junto a su padre en el año 2000. De esta forma a día de hoy la tradición continúa firme de 6 de la mañana a 12, de lunes a domingo.



  • Casa Félix

Avenida de la Reina Mercedes, 51

954 61 81 09

En Reina Mercedes y desde 1979, Carmen, José Félix y sus hijos mantienen avivado el negocio familiar Casa Félix. Hay que admitir que este establecimiento es gratamente conocido en la zona por sus pescados y su marisco, pero también se ha convertido en un hogar para los amantes del churro de rueda. Además, los mejores acompañamientos para este manjar son el chocolate brasileño y el café Catunambú. Pero por si parecía poco todo esto, el horario es tan amplio que resulta difícil no repetir varias veces en una misma mañana: el local permanece abierto desde las 6 de la mañana hasta las 12, de lunes a domingo ininterrumpidamente.

  • KukuChurro

Calle Regina, 15

Calle San Jacinto, 6

Plaza del Salvador, 15

954 02 46 37

Uno de los mayores especialistas en cuanto a churros para llevar. Desde 2015 este local ofrece un sabor auténtico a su clientela en cajas de cartón. Y aunque no lo parezca, destrás de tanta modernidad hay muchísima trayectoria familiar: los hermanos Aroca González han ido innovando en cocholatería desde los inicios del año 1875, cuando su bisabuelo Rafael Jiménez junto a su hijo, en Estepa, fueron creadores de la muy conocida fábrica de chocolates Virgen de los Reyes. Lo más interesante de este negocio es que KukuChurro ofrece servicios para celebraciones o grandes eventos a modo de unidad móvil.

 

 

 



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